La erliquia en perros o erliquia canina es una enfermedad causada por un parásito que tiene como nombre ehrlichia canis. Sin algún tratamiento, este padecimiento puede ser muy peligroso.
Esta enfermedad se traspasa a través de las garrapatas cuando estás ingieren la sangre del animal, y por esta razón también otro de sus nombres es el mal de la garrapata. En este artículo hablaremos del tratamiento y los síntomas.
Erliquia En Perros Síntomas Y Tratamientos
Qué es la erliquia canina
La erliquia en perros es un padecimiento en el que se ven más afectados los canes, no obstante, también puede ocurrir en gatos y seres humanos. En los canes este padecimiento es producido especialmente por el parásito nombrado anteriormente, qué perjudica a los canes enfermos y a su cuerpo de múltiples formas.
Estamos hablando de un parásito bastante diminuto, que solamente cuenta con un cromosoma redondo y qué tiene aspecto de coco. En ocasiones, los contagios pueden ser peores, y se pueden hallar más parásitos agrupados al de ehrlichia canis.
Tal vez te estoy preguntando, ¿en qué lugar se encuentra este parásito? Pues este parásito se puede hallar en múltiples lares alrededor del mundo: En el sur de USA, áfrica, Asia, zonas mediterráneas y américa del Sur y Central. Generalmente, pueden hallar en áreas donde abundan las garrapatas, o sea, en áreas pastorales donde viven muchos animales.

Erliquia En Perros Síntomas Y Tratamientos
Las células sanguíneas del can, como las plaquetas, qué son las que se encargan del espesamiento de la sangre, se pueden ver bastante afectadas por este molesto parásito. Por esta razón, los canes que padecen de este mal les surgen morados, heridas, sangramiento y tienen muchas complicaciones con la coagulación de la sangre.
Síntomas de la Erliquia
Tal vez te estés preguntando ¿cuáles son las sintomatologías de esta enfermedad? Pues este padecimiento transita por múltiples periodos. En el primero se pueden ver los síntomas iniciales. Cuando ya hayan pasado cinco o seis semanas, el can puede mejorar si recibió tratamiento, pero si no, el padecimiento se puede hacer crónico y los síntomas se volverán inexactos.
Hay múltiples sintomatologías de la erliquia canina. Los síntomas pueden ser variados, pero claro, hay algunos que son más notorios y que reconocerlos de manera rápida es más fácil, los cuales son:
- – el can sufre pérdida de peso, pérdida de apetito y a simple vista se ve adolorido y con tristeza.
- – sufre de fiebre interna.
- – molestias en el abdomen.
- – secreción ocular y respiratorio.
- – el can sangra por los ojos o la nariz.
- – sangrados en la superficie de la piel.
- – tumores en la boca y en el rostro del can.
- – moretones y manchas en la piel del can.
- – pérdida del control en la vejiga.
- – ingerir más agua de lo normal y orinar frecuentemente.
- – anemia, decaimiento y plaquetas bajas en los exámenes de sangre. Es importante resaltar que la anemia canina se puede reconocer fácilmente porque las encías del can en vez de verse rosadas se ven blancas.
- – los valores de calcio en la sangre se ven muy exagerados o muy bajos.
- – movimientos involuntarios y sin coordinación.
- – tos
- – depende el caso, el pene o la vagina se ve afectado y hinchazón o absceso de líquido en los testículos del can.
- – artritis.
- – insuficiencia renal.
Si observas que tu can demuestra alguno de los síntomas nombrados anteriormente, tienes que ir con tu veterinario de confianza para que ejecute exámenes y de un diagnóstico.
Puede ser que el experto realice algún examen de sangre a tu can, en el que se pueden ver una cantidad disminuida de glóbulos rojos y de plaquetas. Si lo deseas, puedes hacer una investigación a fondo buscando en la web. Aparte, través de un estudio de los sueros biológicos, se pueden descubrir anticuerpos en la sangre por este padecimiento.
Tratamientos y cuidados
Tal vez te estoy preguntando ¿existen tratamientos para este padecimiento o alguna cura? Pues sí, esta enfermedad es curable si se utiliza un tratamiento adecuado. Sin embargo, depende del estado del can y de los síntomas que se muestren, el tratamiento puede variar, más que todo cuando la enfermedad está muy desarrollada.
Si tu perro no se encuentra débil, el experto ordenará que le des ciertos antibióticos. Pero si el perro se encuentra muy mal, es posible la realización de suministros de sangre aparte de medicamentos.